Acabo de escribir una carta al Diario de Burgos, en contestación a un comentario que suscitó la noticia del accidente de mi hijo. Un señor se lamentaba en él de que
"a los chicos se les deja una moto, se piensan que es un juguete y claro, pasa lo que pasa". Le he contestado con toda la educación que he podido, espero que recapacite.
Soy el padre de Adrián Aparicio Chaves. Hoy hace un mes del trágico accidente deportivo que segó la vida de mi hijo en el circuito de San Isidro, en Burgos. Agradezco todas las muestras de ánimo recibidas, pero quiero hacer una serie de puntualizaciones a algunos de los comentarios aquí reflejados. Lo primero, sí que había ambulancias, perfectamente dotadas y con personal cualificado. No entiendo de donde pueden partir informaciones que falsean la realidad y tampoco comprendo la actitud de hacerse eco de ellas sin contrastarlas con anterioridad. Seguro que no ha sido su intención, pero especialmente doloroso me parece el comentario de la persona que firma con el alias “se fuerte”. Eso de decir “que los chicos se piensan que las motos son juguetes, no máquinas y después pasa lo que pasa” hace un poco de daño; podría hacer más, pero no es así, porque es comprensible que son manifestaciones que parten del desconocimiento. Mi hijo llevaba federado desde los 7 años. Llevaba toda la vida compitiendo en motocross sin prácticamente incidencias. De hecho, había sido campeón de Cantabria y campeón de Castilla y León en tres ocasiones. Tomaba y tomábamos todas las medidas de seguridad y practicaba este deporte con un rigor de profesional y una metodología científica. Las personas tienden a superarse, a hacer de una práctica deportiva su vida y claro, según el autor del comentario, “luego pasa lo que pasa”. Eres cicilista (por cierto, deporte con mayor número de siniestros) y pasa lo que pasa. Estás vivo y por estarlo, pasa lo que pasa. Cuidado con emitir juicios desde el desconocimiento. Probablemente este señor acomodado en su sillón, el domingo disfrute de un Martini admirando las evoluciones del Gran Premio de Motos GP, amparado en que de producirse algún accidente, siempre le quedará su sutil y desproporcionado comentario, “claro, luego pasa lo que pasa”. En fin, a mí siempre me quedará el recuerdo de mi campeón, el saber que le he hecho tremendamente feliz durante quince años y el confirmar que siempre estará conmigo “pase lo que pase”
Javier Aparicio Ruiz.
Muy claras palabras, no hay más que decir. Animo!
ResponderEliminarGrandes palabras! siempre recordare a adrian en su bici o su moto de un ladp a otro por isla y pase lo que pase siempre estara en mi corazon!
ResponderEliminarEn primer lugar no se bien que decirle a Javier , mi mas profunda admiración y empatía con estos palos que da la vida . Yo tengo un chaval con 15 , compite desde que tenia uso de razón , en su caso con la bici , eso que llaman ahora dirt y hacen trucos en el aire , sus caídas y visitas al hospital son relativamente constantes , tambien hace cross , trial y enduro , pero la bici es su pasión , simplemente no puede vivir sin ella , por que se deprime profundamente y se convierte en otra persona , cabizbaja , triste y frágil . Mi hijo se llama Alvaro , cursa 1 de bachiller y si no bien no es un gran estudiante , saca bien los cursos solo por que es la única condición in negociable que le pongo , y la cumple a rajatabla. Yo podría hacer lo que dice este "periodista" (por llamarle de alguna manera), prohibirle la vida que ha elegido , oponerme y enfrentarme a el . Pero se de sobra lo que recogería , en primer lugar lo aria igual aun que fuera a escondidas , con el consiguiente peligro que conlleva. En segundo su odio eterno y por ultimo una persona infeliz , cohibida ,con problemas de atención y seguramente fumando porros en un banco todas las tardes . (véase los miles que ya hay en esa situación).
ResponderEliminarQuizá este periodista , no sepa que un chaval centrado en uno de estos deportes minoritarios , es chaval centrado , con valores y una formación optima , quizá no sepa que estaba hablando de un deportista con mayúsculas, quizá no sepa la pasión es tan grande que simplemente no se puede cohibir. Quizá debería dedicarse a otra cosa. Un abrazo Javier , no te conozco , pero eres un padre de 10.