Manual de Buenas Conductas

Corren malos tiempos para la práctica del motociclismo de
montaña, debido a las leyes restrictivas que muchas comu-
nidades autónomas tienen en nuestro país, y mientras se
intenta dar solución de algún modo al problema, los usua-
rios podemos hacer algo, (o mucho), por ayudar a mejorar
nuestra imagen frente al resto de la gente con la que com-
partimos espacio dentro del medio natural, como agriculto-
res, pastores, jinetes, ciclistas, montañeros, cazadores,
agentes forestales, seprona, etc.
A veces un buen gesto, un saludo, y el respeto por las per-
sonas y el medio ambiente, pueden hacer mucho más de lo
que nos podamos imaginar.

A continuación, vamos a dar una serie de normas de buena
conducta, que seguro que todos ó casi todos conocemos,
pero que no estaría de más repasar, y lo que es mejor, po-
nerlas en práctica.

EL SALUDO

Qué poco cuesta, y cuánto ganamos con éste pequeño
gesto, -cuando nos cruzamos con algún paseante, ó algún
campesino trabajando en sus tierras, ó algún ciclista, co-
rredor, ó porqué nó, algún agente forestal, etc.- simplemen-
te levantando la mano ó haciendo un gesto con la cabeza.
Quedaremos bien, y seguro que hasta a alguno le sorpren-
demos con ésta actitud, devolviéndonos el saludo y dicien-
do.... ¡ mira qué majos !.

RESIDUOS

A veces, yendo de ruta, me he encontrado en algunos sitios,
restos de motos, posiblemente tras sufrir caídas. Me refie-
ro a manetas, trozos de paramanos, guardabarros, etc.
Este tipo de residuos nos delata claramente como autores
del hecho. No nos cuesta nada, coger ésa maneta ó ése
plástico y metérlo en la riñonera ó en un bolsillo de la cha-
queta, y tirárlo en un contenedor cuando terminemos la ruta,
ó bien en uno que encontremos en el camino.
Si la pieza es grande, siempre se puede trocear para que
quepa mejor, ó atarlo con bridas ó cinta americana a alguna
parte de la moto, pero nunca dejarlo tirado en el campo.



    EN EL CAMINO
Siempre tenemos que tener en cuenta que, que en los ca-
minos no estamos solos. Nos podemos encontrar más gen-
te como, ciclistas, personas andando, corriendo ó a caballo,
etc; ó incluso otra moto ó quad que venga de frente tras una
curva con poca visibilidad, por eso debemos de ir con pru-
dencia y no correr como si de una especial del Dakar se tra-
tara, porque nunca sabemos lo que podemos encontrarnos.
En lo que al respeto se refiere, algunos se olvidan de que
cuando retorcemos el puño de gas, la rueda trasera despide
a gran velocidad, todo lo que encuentra a su paso, piedras
barro, polvo, etc. No hace falta decir que cuando pasemos
al lado de gente, ciclistas y demás, no debemos de mostrar
nuestro poderío ó hacer exhibiciones, caballitos, y otras
filigranas, en primer lugar porque daremos mala imagen,
y en segundo lugar, porque podemos apedrearles y llenarles
barro ó polvo. En éstos casos hay que aminorar la marcha,
pasar despacio, sin hacer demasiado ruido y.. acordaros
de, ¡ el saludo !.



Mucho cuidado cuando adelantemos ó nos cruzemos con
jinetes ó carros con tracción animal, si los asustamos pode-
mos poner en serios apuros a quiénes van en ellos.
Si nos los encontramos en el mismo sentido de nuestra mar-
cha, pararemos y les daremos tiempo hasta que cojan otro
camino, ó bien se nos quede otra alternativa libre a nosotros
Si no hubiera otra alternativa que la de adelantarles, lo ha-
ríamos muy despacio, de la forma más silenciosa posible, y
lo más separados de ellos que podamos.
Si nos los encontramos en sentido contrario al de nuestra
marcha, lo mejor será pararnos a un lado del camino, y apa-
gar el motor. Cuando se hayan alejado lo suficiente para no
asustarlos, volveremos a arrancar la moto y reanudaremos
la marcha.

Algo parecido haremos cuando nos crucemos con ganado,
rebaños de ovejas, cabras, etc. No intentéis meteros por el
medio, parar y cederles el paso si no queréis esparcir el re-
baño por todos lados, y volver loco al pastor.
Recordar que los animales están en su habitat natural, y
son ellos los que tienen preferencia.
Cuando pasemos al lado de casas ó pequeños poblados lo
haremos despacio, puede haber perros o incluso niños ju-
gando. Haciéndolo así, aparte de evitar algún accidente,
también evitaremos molestar con el ruido y el polvo.


CON LA AUTORIDAD

Para no parecer delincuentes, no debemos actuar como
ellos, es decir, huyendo. A ninguno de nosotros si fuéramos
circulando con nuestro coche, y hubiéramos cometido una
infracción de tráfico, y nos dieran el alto la Guardia Civil ó
la Policía Local, se nos ocurriría salir huyendo, (o por lo
menos, a los que somos gente de bien). Por el mismo motivo
no debemos hacerlo cuando vamos en moto por el monte,
porque lo único que conseguiremos, es empeorar las cosas.
Si por el contrario paramos, ofrecemos a los agentes nues-
tras explicaciones y escusas pertinentes, nuestra documen-
tación en toda regla, - como no puede ser de otra manera -
y nos mostramos como gente normal, educada, con la única
intención de practicar ésta actividad en contacto con la na-
turaleza, y sin ocasionar molestias a nadie, es probable que
todo quede en una advertencia, y nada más. Aunque lo más
importante será la imagen que habremos dado.
También ocurre a veces que, circulando en grupo ( 5 motos
por ejemplo), los agentes salen a nuestro encuentro y sólo
consiguen parar a los dos últimos, si los otros tres se han
percatado de lo ocurrido, es mejor dar media vuelta, y vol-
ver al punto de encuentro con los agentes. Esta actitud, a-
parte de que podría salvar de la denuncia a nuestros com-
pañeros, ó servir de atenuante, da buena muestra de que
somos gente con buenas intenciones.

EL RUIDO

El ruido es uno de nuestros peores enemigos. Hay algunas
marcas que ya están trabajando en motores eléctricos para
las motos de campo, pero aún queda trabajo por hacer, es
posible que en un futuro no muy lejano, tengamos ya algunas
motos eléctricas circulando por el monte, pero mientras, po-
demos silenciar las nuestras un poco más.
Las motos de enduro deben de ir equipadas con silenciado-
res de enduro, y no de cross. Con un silenciador corto de ti-
po motocross, lo que conseguiremos es ganar más potencia
en altos, a cambio de perder muchos bajos, tan necesarios
para la práctica del enduro (sobre todo a nivel amateur), in-
crementando nuestro nivel de decibelios en un porcentaje
muy alto.¿Para qué cambiar un escape que nos dé 1 ó 2 ca-
ballos más -en el mejor de los casos- cuando la mayoría de
las motos tienen potencia más que suficiente para la prác-
tica del enduro?. Quizás algunos quieran compensar su fal-
ta de técnica con el ruido,- ya que no destacan por su pilo-
taje sí lo harían por hacer más ruido -. Esto es un error.
Ultimamente estamos viendo las pruebas que hacen las pu-
blicaciones especializadas de las monturas oficiales de los
mejores pilotos mundialistas, como Cervantes, Salminen,
Aubert, por citar algunos, y en casi todas suele haber un

denominador común; son motos muy dóciles , fáciles de llevar,
con una respuesta de potencia muy controlable,  y
luego..¡ mirar cómo van en las cronos !.


Otro aspecto importante acerca de los silenciadores, y que
muchos descuidan, es su mantenimiento. Debemos de revi-
sar la fibra de vidrio que lleva en su interior y reemplazarla
por una nueva si fuese necesario, sobre todo en las motos
de 2 tiempos, donde suelen deteriorarse antes. Cuando ha-
gamos ésta operación conviene limpiar ya de paso la "me-
tralleta"(ese tubo donde enrollaremos la fibra nueva) con
un cepillo metálico, y así quitarle toda la carbonilla para
que la nueva fibra nos dure más. Cuando hayáis hecho ésto
tendréis una moto más silenciosa, menos contaminante y
con unos bajos, que ya echábais de menos.

EN GRUPO

Somos muchos los aficionados al enduro ó al trial, que lo
practicamos en fines de semana, quedando con un grupo de
amigos para hacer una determinada ruta, hasta ahí todo
bien. Pero de repente empieza a aparecer gente por todos
lados; uno que se trae a sus primos, otro que se trae a su
cuñado, otro con cuatro amigos más, y lo que en principio
iba a ser una salida de cuatro amigos, se convierte en una
multitudinaria marcha por el campo.
Hay que evitar que ésto suceda, no es lo mismo cuatro mo-
tos por un camino levantando polvo y haciendo algo de
ruido, que dieciséis. Si alguna vez ésto ocurre, podéis hacer
dos ó tres grupos y elegir rutas distintas, y así evitar el masi-
ficar las zonas, y por tanto reducir el impacto sonoro.
Yo creo que el grupo no debe exceder de 5 ó 6 pilotos como
máximo.

PISANDO EL TERRENO


Una vez en ruta, no debemos salirnos de las pistas y sende-
ros; no abrir nuevas vías, y por supuesto, no pasar por bar-
bechos y campos que puedan estar sembrados ó no.
Si por alguna circustancia nos vemos obligados a cruzar
campo a través, para coger el camino correcto, etc, lo hare-
mos muy despacio, sin dar acelerones para no dejar marcas
en el terreno, aunque lo mejor sería no hacerlo.
Cuando nos atrevamos con trialeras ó subidas un tanto com-
plicadas para nuestro nivel, y nos quedemos a la mitad, es
mejor bajar, descansar si fuese preciso, y volverlo a inten-
tar, pero nunca insistir dando acelerones sin conseguir a-
vanzar, y con el consiguiente destrozo que haremos en el te-
rreno.

Bueno amigos, creo que no se me olvida nada, es posible
que algo se quede en el tintero, pero básicamente creo que
está todo dicho, y recordar que respetando éstas normas
nuestra imagen ganará muchos enteros, y ésto nos ayuda-
rá mucho a la hora de conseguir objetivos frente a las ad-
ministraciones (revisión ley de montes, regulación de acce-
so al medio, permisos para carreras, etc.) y si realmente
amamos éste deporte, debemos demostrar respeto, porque
por el mal de unos pocos, pagamos todos.

Texto : Juan Carlos Díaz.
Fotos : Juan Carlos Díaz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario