domingo, 14 de julio de 2013

Carta abierta en defensa de la moto de campo.

Ayer recibiamos en nuestra página de Facebook, una carta de Javier Aparicio Ruiz. En ella manifestaba su disconformidad, y calificaba de injusticia, el trato que recibimos, ó que recibe, éste deporte, desde las Administraciones públicas.
Estas palabras de ánimo y apoyo tienen mucha importancia para nosotros, pero nosotros las recibimos con un especial calor y  sentimiento, me explico.
Javier, nos confesaba hace poco, que él nunca fué un apasionado de éste deporte, sólamente acompañaba a su hijo Adrián, a todas las carreras, él vivia el motocross por su hijo.
Adrián, tristemente nos dejaba hace una semana, perdia la vida en un desafortunado accidente, haciéndo lo que más le gustaba. A Javier se le marchó muy alto su hijo, y a nosotros también se nos marchó un compañero....un miembro de ésta familia de apasionados, pero sin embargo, hemos conocido a una gran persona, a un padre ejemplar del que Adrián  se tiene que sentir orgulloso, esté donde esté.
Recibe todo nuestro apoyo Javier para ti y tu familia, y nuestro más grato recuerdo para tu hijo.
Gracias por ésta carta.
Gracias por ser así.


CARTA ABIERTA EN DEFENSA DE LA MOTO DE CAMPO. 
De: Javier Aparicio Ruiz.

Es la historia de la humanidad. Lo que no se conoce, se teme, se desprecia y en muchas ocasiones, se emplean todos los medios a nuestro alcance para provocar su desaparición. Un enfermo de epilepsia era un súbdito del diablo propicio para caldear la hoguera. La ignorancia es muy poco dada a dar su brazo a torcer y la tierra se mantuvo plana en contra de todas las evidencias por muchos años, mientras los negros, por el hecho de serlo, quedaban excluidos de los agraciados con el reino de los cielos.
Algo muy parecido pasa con las motos de campo. Vamos a exponer la controversia con cautela, sin ánimo de ofender a nadie. El hecho de que una persona desconozca una práctica deportiva determinada no es recriminable en absoluto. La diferencia entre desconocer e ignorar es muy grande. Lo que se ignora sí que es objeto razonable de crítica, porque se entiende que el que ignora es aquel que no tiene ni idea de algo de lo que por razón de su cargo o posición, la debiera tener.
Esta carta es una amistosa convocatoria para todas aquellas autoridades e instituciones que, partiendo de un desconocimiento absoluto de lo que supone el mundo de la moto de campo, lo demonizan, lo acotan y ponen todos los impedimentos posibles para su práctica en consonancia con la naturaleza.
Les invito a que visiten nuestros Padocks, que vean las relaciones que se entablan entre los distintos pilotos y sus respectivos acompañantes, que palpen el ambiente, que es sano y puramente deportivo, que se cercioren con sus propios ojos de que los más interesados en preservar el entorno natural son los propios aficionados.
Es verdad. Visto de lejos, puede parecer que estamos hablando de una competición de gladiadores camuflados de barro sobre unas ruidosas monturas de colores que asumen riesgos innecesarios para pasar por debajo de una bandera a cuadros. Pero si nos acercamos, observamos una preparación previa exhaustiva, un adiestramiento de años, un respeto por el rival que ya me gustaría ver en otros deportes de masas donde la carencia de insultos e improperios hacia el equipo contrario o hacia el juez de la prueba es de miles por segundo.
Reitero mi invitación a conocernos. Reivindico el derecho de que al menos se nos de la oportunidad de ser valorados con objetividad y se entienda que en este mundo cabemos todos, que todas las prácticas deportivas y no deportivas son compatibles, que no se puede prohibir el uso del monte para la práctica del motor en beneficio de un aficionado a pegarle tiros a bambi, o a cualquier cosa que tenga cuernos, salte por el campo o tenga alas.
Nada tengo contra nadie. Pero que alguien me diga que no es incoherente al menos que las mismas autoridades civiles o militares que se oponen al desarrollo de una prueba de motocross o de enduro por la mañana, el día de las fiestas patronales, se engalanen a las seis de la tarde y acudan todos a una a ver cómo cinco animales son sometidos al deterioro, a la humillación y a la muerte con espada o con puntilla ante el rugir contagioso de la plebe.
Vamos camino del ecuador de la segunda década del siglo XXI . Es hora de librarse de tabúes y entender que sólo desde el conocimiento se pueden adoptar medidas que sean compatibles con la razón.

                       Javier Aparicio Ruiz.

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